Ir al contenido
Go back

Construir sin escuchar

El fundador tenía razón en una cosa.

Ir a mostrar tu MVP es más emocionante que hacer entrevistas. Programar es más satisfactorio que escuchar. Construir se siente como progreso real.

Pero confundió actividad con avance.

“¿Para qué entrevistar si no puedo hablar de mi solución?” me preguntó. “Quiero mostrarles el MVP, no perder tiempo en conversaciones que no llevan a ningún lado.”

Dos horas después, seguíamos en lo mismo.

Porque su solución ya existía antes de conocer el problema. Y eso no es innovación, es ruido con código.

Piensa en la tienda de Lego. El padre cree que su trabajo es comprar el set que su hijo pidió. Transacción completada, ¿no?

Pero el trabajo real (el que realmente contrata al juguete) no es “adquirir plástico ensamblable”. Es “hacer sentir a mi hijo que lo escucho”. Es “crear un momento de conexión el viernes después del divorcio”. Es “demostrar que sus deseos importan cuando me mandó fotos toda la semana por WhatsApp”.

La diferencia no es semántica. Es la diferencia entre construir una tienda online y entender por qué alguien llegaría tarde del trabajo solo para no defraudar a su hijo.

Las entrevistas (las que prohíben hablar de tu solución) revelan esto. Te dicen que cuando la tienda cierra, el padre compra helado en su lugar. Que su ansiedad real es equivocarse de set. Que esto no compite con otras jugueterías, compite con cualquier cosa que haga sentir “soy un buen padre”.

Esa información es imposible de obtener mostrando un MVP.

Especialmente cuando ese MVP lo puedes generar en minutos. Hoy le pides a Claude un e-commerce funcional y lo tienes antes del almuerzo. La tecnología dejó de ser el obstáculo.

La comprensión lo es.

Porque puedes construir sin entender. Pero entonces competirás por precio, pivotearás a ciegas, y medirás métricas de vanidad mientras tu runway (capital disponible) se acaba.

Cuando le dije esto, su respuesta fue inmediata: “Sí, pero entonces pivoteo rápidamente.”

Como si pivotar sin comprensión fuera mejor que construir sin dirección.

El valor no está en lo que construyes. Está en entender qué trabajo está tratando de hacer tu cliente en su vida. Sin eso, tu solución es solo una respuesta buscando una pregunta.

Las entrevistas no son el preámbulo aburrido antes de construir.

Son el único camino para no construir en vano.

Tu MVP va a funcionar. El código va a correr. La pregunta es: ¿alguien lo necesita?


Share this post on:

Previous Post
Vendiendo el final
Next Post
El respeto que olvidamos